Desde finales de los años cincuenta publicó varios libros infantiles, en
general de técnica sencilla, como la mancha de color o el collage de aspecto
relativamente simple. En la primera técnica sobresale Pequeño Azul y Pequeño Amarillo, una historia sin palabras que narra
con gran fuerza un conflicto de racismo; en concreto, se trabaja con trozos
irregulares de papel monocromo. Otras obras destacables son Frederick, Nadarín y El
sueño de Matías, sobre un ratón que ansiaba ser pintor. De su obra para
niños se ha escrito: «En todos sus libros, Lionni compone pequeñas e
importantes fábulas que aleccionan sobre la vida, pero no para moralizar, sino
para permitir al niño reencontrarse con su propio mundo y ofrecerle una alternativa
segura».
En 1988 publicó
su autobiografía Between
Worlds (Entre mundos,
no traducida al español).
En este libro se muestra a un ratoncito el cual no
trabaja en la búsqueda de comida para el duro invierno, sino que el “capta los
rayos de sol, palabras, colores,…”. Cuando llega el invierno y las provisiones
de comida se agotan, Frederick les pide a sus compañeros de ratonera que
cierren los ojos y se dejen llevar por su imaginación orientada por él mismo.
Como hemos visto, Leonni le da mucha importancia al
dibujo, ya que en las edades en las que el libro puede leerse los niños tienen
un gran seguimiento de la lectura gracias a las diversas ilustraciones, también
podemos ver como a lo largo de todo el cuento es Frederick quién tiene los ojos
entrecerrados, excepto al final que es cuando se cambian los papeles y son sus
amigos ratones quienes cierran los ojos.
En esta obra se muestra como a veces ciertos tipos de
trabajos no están reconocidos por la sociedad, como es el caso de la docencia,
tampoco se tiene en cuenta que cada uno contamos con un papel fundamental en el
mundo en el que vivimos pero este es diferente al de los demás.
No hay comentarios:
Publicar un comentario